Playa Antúnez tiene la particularidad de ofrecer unas playas pristinas y de arenas blanquísimas; de hecho, en algunas zonas se han formado pequeños cristales blancos producto del inclemente sol del lugar.
El trayecto hasta el caserío es difícil, hay tramos viales que están totalmente destrozados y ello ha motivado a que sean pocos los vacacionistas que lleguen al lugar. Hace falta una insfraestructura turística para recibir a los visitantes.
Lo bonito del lugar es la soledad y el pleno esparcimiento que se puede tener. La única sección habitada dista al menos 2 kilómetros de Playa Antúnez y se llama La Jagua; en sí, es un silo donde se almacenan los alimentos que se distribuyen en todo el occidente de Falcón. Obviamente, también juega un papel importante el hecho de estar en un sitio apenas habitable y donde se consiguen muy pocos suministros.