Grupos Indígenas que poblaban en en la época del descubrimiento el territorio Falconiano

Primeros pobladores del territorio falconiano

 

 
Cuatro eran los grupos indigenas que poblaban en en la época del descubrimiento, el territorio Falconiano: Los Caquetíos, los Jirajaras, los Ayamanes y los Ajaguas. 

Los "Jirajaras" era otro grupo indígena que ocupaba la zona de Falcón, al igual que los Ayaman y los Ajaguas (no mostrados en el mapa), los cuales no entendían el lenguage caquetío. Sin embargo, todos ellos pertenecían a la gran familia linguistica Nuarhaca.  

Los mas numerosos al tiempo de la llegada de los españoles eran los Caquetíos. Los Caquetíos, en cambio, emigraron hacia Aruba luego de frecuentes y constantes ataques por parte de los Indios Caribes, razón por la cual muchos sitios en Aruba tienen nombres caquetíos.
 
 

Tipos de Viviendas

 

Los Caquetíos vivían en chozas construídas sobre pilas en tierra. La mayor parte de las referencias indican que los Caquetíos habitaban en ranchos o bohíos, hechos de estacas y bejucos, cubiertos de ramas y pajas. Ello revela que los Caquetíos habían llegado a concebir y fabricar su propia vivienda, semejante a las que aún se observan en el medio rural venezolano.

Los caquetíos vivían en villas o aldeas indígenas y para la construcción de sus viviendas, usaban materiales que ellos encontraban en su medio ambiente como palmas, lianas, troncos de árboles y hojas. Algunas de estas chozas podían que no tuvieran ninguna pared. Eran construcciones de pilas y palillos con techos de palma trenzada.
 
Los techos de palma trenzada facilitaban que cuando viniera la estación de mayor sequía las hojas se encresparan y formaran una clase de amortiguador que bloqueaba el calor del sol. Asimismo, en la estación de lluvias, las hojas se ponían planas otra vez y se cerraban de tal forma que guarecerían de la lluvia. La única desventaja es que los techos tenían que ser substituídos a menudo.
 

Los Ayamanes


Los Ayamanes o guayamanes (ayama o yama o wayama) segun los historiadores, son una parcialidad de los ajaguas (achaguas) que a su ves pertenecian a la familia de los Arawak.

El territorio de los Aborígenes Ayamán, se extendía a los actuales municipios del Estado Falcón, Democracia, Sucre, federación, Unión y Silva, y en lo que corresponde al Estado Lara estaban desde Río Tocuyo y Atarigua vieja (donde se conservo durante mucho tiempo la costumbre de tocar la guarura con las manos y la búsqueda de Olicores en tiempo de Semana Santa, herencia de los ayamanes) hasta la Sierra de Parupano pasando por Duaca y Bobare en los municipios Iribarren, Torres, Crespo y Urdaneta. 

El Río Tocuyo rodeaba los límites más lejanos, principalmente al norte y al oeste del territorio. Hacia este río, de fértiles Riberas confluían numerosas quebradas que regaban las zonas agrícolas Ayamanes. 

Toda la sierra de Parupáno y sus piedemonte, era rica en zonas boscosas, selváticas, aptas para la agricultura y la cría, rica en recursos hídricos conformados por quebradas caudalosas y arroyos de corriente permanentes o gran parte del año. 

Sobre todo en la sierra del Parupáno y en las zonas de su influencia. La pluviosidad, bastante regular en la zona completaba las óptimas condiciones para las labores
agrícolas y la existencia de una flora y fauna abundante y variada. Eran tan creyentes de los espíritus que cada fuente fuera río, quebrada o manantial, poseía un dueño, guardián o “duende” que vigilaba su conservación.
 
 
 

 Los Ajaguas y Caquetíos: Los primeros habitantes de Nuestra Señora de la Madre de Dios de Carora, hoy, ciudad de Carora y sus parroquias vecinas fueron los indios Ajaguas, también denominados Axaguas, Ajaguas, Achaguas y los Caquetíos, quienes formaban el grupo étnico Arawaco . Estos vivían del cultivo común, en una completa armonía, pues todo lo que sembraban y cosechaban o extraían de esta tierra seca, lo repartían en comunidad y este reparto solidario y equitativo respondía a las necesidades de cada grupo familiar. Los Caquetíos tenían como dios al Diablo, con quien se comunicaban a través de unos sacerdotes a quienes llamaban "Boratios", mientras que los Ajaguas adoraban al Sol

Según sostiene Cecilio Zubillaga Perera "esas razas indígenas eran muy prolíficas", es decir, muy abundantes. 

Alimentación:
 Eran pueblos agrícolas, que vivían en completa armonía con la naturaleza; no destruían el ecosistema.
Se alimentaban de algunos vegetales como: maíz, yuca, batata, ajíes y otras raíces. Por medio de la caza comían venados, puercos de monte, conejos, zorros, loros papagayos y otros pájaros menores. Extraían de la planta de Cocuy un licor para embriagarse y del río Morere pescaban bagres y guabinas para su subsistencia. 

Viviendas:
 Sus viviendas eran chozas elaboradas por ellos mismos, el techo era de palma con las paredes de caña, amarradas con bejucos y algunas veces eran construídas de barro. Su territorio era llamado Valle de las Auyamas y también conocido como Bariquigua, el cual era atravesado por el río denominado Zanjón de las Auyamas, bautizado más tarde como Morere. 
 
Estos indios Ajaguas eran semi-nómadas y montaraces, es decir, tímidos y en el encuentro con los blancos españoles huyeron hacia los montes, por temor al conquistador, pero cuando se presentó el momento de enfrentárseles para defender sus tierras, sus mujeres y niños se les observó su coraje y valentía, ya que eran excelentes guerreros.

Tenían sus caciques o indios principales entre los que se pueden nombrar a Arichacán, cacique de la ciudad de Nuestra Señora de la Madre de Dios de Carora, a fines de 1570; Cayatagua, indio principal en 1570 del pueblo denominado Las Ollas, ahora conocido como parroquia Camacaro.